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Freudiano, Pelirrojo, comilón de libros, comida, personas, crítico con todo el mundo, ni yo me salvo, deportista, intento de escritor, músico e hijo. Intento escribir poesía, no me creo poeta, ni nada por el estilo, me gusta escribirlas de forma rápida, ya que rápidos son los sentimientos que crean la poesía. www.fotolog.com/xxzanaxx

viernes, 11 de noviembre de 2011

Cada vez que me meto aquí y  veo que tengo visitas nuevas o un nuevo seguidor se me rompe un poco más el culo, no sé como leen semejante mierda.

El tiempo, menudo está hecho el tiempo. Todo el mundo a querido alguna vez, viajar en él y cambiar una pequeña cosa desencadenante de mil mal farios. Y yo el primero. Me gustaría viajar, para hablar con la persona que era yo hace un año para decirla, ''a lo hecho pecho'' y luego un ''así que no se te ocurra hacer esto...esto...esto y lo otro de más aquello, y por cierto prueba el malibú con piña, está riquísimo''.
Porque no me gusta la situación, pero callo como un cerdo, aunque cuando le clavan el cuchillo parece que suenen las trompetas del apocalipsis.
Parece que me tiro toda la vida añorando cosas, más lejos de la realidad, a veces tengo un problema, que nada me importa, excepto yo mismo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

No hay un momento tranquilo en mi cuerpo. Me sobrevuelan las preocupaciones, muchas se posan, y no se van.
Algunas me acompañan, enfúndandose con la almohada, y me relatan la misma historia durante horas, algunas terminan fugándose entre corcheas disfrazadas de dóes, soles, o siles, algunas veces de un tal Beethoven otras de un tal Brahms, y en el caso más vulgar, en la moda de mis oídos, The National.
Podría escribir sin decir nada, durante párrafos, dando pena, o dando a entender que estar asumido en la mierda es lo mío, pero para nada, no es mi estilo. Iba a escribir una frase, la frase de la noche, pero tras lo que acaba de ocurrir en este instante es mejor no ponerlo, se malinterpretaría.
Antes había una persona, que cuando yo no sabía que me pasaba, ella sí lo sabía, soltaba 4 palabras, todo se solucionaba, y se echa de menos, se echa demasiado de menos, y conocer a más gente, y no encontrar a nadie igual, piensas, era fantabulosa.
Hablando en plata, en oro, o en sánscrito, no es lo mismo, sin ti.

PD: '' en la piel desgarrada entre sábanas''
PD2: no creo que publique más poemas aquí en un tiempo, ando sumido, en un poemario que me llevará bastante tiempo, primero, porque tengo que aprender a escribir poesía, y segundo porque después tengo que escribirla, se titulará Sobre mujeres y penurias, y ya tengo 2, una vez acabado, porque ando cabezón con el tema, lo enviaré a algún concurso para que lo tiren a la mierda.

domingo, 9 de octubre de 2011

Lucky You

Desnuda, tú, en mi cama,
eres como la noche que nos cierna,
oscura en tus ojos, y por pelo estrellas,
inmensa, grande, e impenetrable.

En tu blanca piel aún se aprecian,
mordiscos, de nuestra noche en vela.
Y resuenan, en el eco, gemidos,
de los que dedicabas a mi oído.

Poco a poco, llegamos al momento,
no existe nada, solo tu cuerpo,
y no quiero volver al mundo.

Un beso, y hazme mudo,
de tu vientre un muro,
a escalar con dientes.

Alcanzar, tu boca se hace humo.

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Son las tres menos no se cuantos de la noche, y ando nervioso. Acabo de escribir eso, que realmente no me gusta nada, pero hace tiempo que no publico poesía y tocaba. Desde las 12 que me metí en la cama, hasta ahora he matado un mosquito y le he dado vueltas a la misma rotonda mil veces. Estoy escuchando The National, me tranquiliza bastante, voy a intentar volver a dormirme.


Los sentimientos, florecen siempre en el peor momento.

sábado, 8 de octubre de 2011

Pero tú nunca la comprenderás


..La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa..."
José Hierro

domingo, 2 de octubre de 2011

Cuando la ira no se distingue de la tristeza, llegado ese punto, hay que vaciar.
Algunos, lloran mientras destrozan su almohada con las uñas, otros, comen intentando llenar un agujero negro y otros, deciden simplemente salir a correr, así la fuerza del viento, hace que, la lágrima en vez de caer sobre la mejilla, se vaya hacía un lado, y caiga bordeando la oreja.
No sabía si había elegido bien, sólo le quedaba esperar, el tiempo le daría la respuesta, se acabaría arrepintiendo o alegrando, y esperar a todo hombre, le desgasta por dentro. Muchas veces, el tiempo, se convierte en millones de termitas, que te empiezan a comer por dentro hasta que terminas vomitando de desesperación.
Cuando corría, gustaba de distraerse mirando su sombra, y cuando se alargaba, la farola estaba lejos, oscura y larga se extendía, y cuando la tenía debajo, la farola estaba justo encima de él.
Pensaba que en el desierto, en el atardecer, llegaría su sombra hasta el horizonte y como decía rimbaud, se podrían fundar con la eternidad.
Y así a lo tonto, parece que va pisando las termitas.

viernes, 30 de septiembre de 2011

The National

''De los sueños, a la realidad, hay un abismo, que solo unos locos, se atreven a saltar.'' Rezaba la última frase del libro. Lo dejó encima de la estantería y se acostó en la cama Quería pensar que no existía nada más allá del último pliegue de sus sábanas, encerrarse en su mundo y no salir.
Había quitado todas sus fotos, todos sus recuerdos, y los había hundido en el fondo de la papelera.
No le cabía en la cabeza, tanto engaño ni dolor y salía en forma de lágrimas.
Sin quererlo, se enteró, sin beber, se lo bebió, esas palabras que se rumorean, y al final resultan ser ciertas.
Olisqueó, el olor del engaño, y al final se encontró con la fragancia en sus narices.
Más que el hecho, duele la daga, en cuyo acero brilla mentira, y la cicatriz que siempre dejan este tipo de heridas.
Ella, por su parte, se volvería loca, dejaría de soñar que le quiere olvidar, y saltaría, y ¿caer? no lo sabe, si en su abismo otra vez, o si en la orilla.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Se abrió la puerta, y la sombra corrió, 
la estúpida figura, sobre el suelo cayó, 
se revolvió en el suelo, lleno de dolor,
La figura, cuerpo humano descompuesto,
se tiró al colchón, y jugó con sus propias cavilaciones,
frustraciones, y demás, muertes neuronales.
Y acabar, en estado enajenado mental, 
al día siguiente despertar, seguir mal,
emborracharse y llorar, abrir la puerta
y volver a desaparecer, una vez más.




domingo, 11 de septiembre de 2011

Noches, noches largas, largas noches,
de cuerpos tirados sobre colchones,
del alma de tu cigarro muerto,
inundando la habitación.
Noches, noches largas, largas noches,
de recuerdos, de tu cuerpo dormido,
despierto yo, esperando un amanecer,
que acaricie tu tez, yo no me atreveré.


domingo, 4 de septiembre de 2011

24/8/11

De coger el último tren de la noche, saber, que nunca más vas a volver.
Sentarte al lado de la ventana, quedarte mirando, como siempre, las farolas de la calle,
imaginarte que son estrellas y cansarte de echarle imaginación.
De pasar de canción en canción sin escuchar nada, y de abrazar a tu mochila, compañera insaciable de viajes,
como si fuera tu único amigo y de hurgar en ella buscando un nada que distraiga tu cabeza,
que anda mareada de tanto viaje astral sin salir de la ciudad.
De que te vibre el móvil y sin mirar, sepas quién es, te las das de adivino y al final siempre tienes que cuadrar para que encaje todo, de pensar en ella, ''del sueño de tus labios, a la realidad de tu piel, deseo insaciable, imposible de contener...'' escribes, guardas, y lo dejas ahí olvidado, como todo últimamente.
De llegar y sonreir.

lunes, 29 de agosto de 2011

Delirios

Una vez más, la ventana abierta, la noche entrando y mi cuerpo tumbado sobre la cama,
una vez más, el miedo a tenerte, las ganas de perderte, se unen con el insomnio para acompañarme,
y junto a las vueltas en la cama las vueltas en mi cabeza hacen que se formen vórtices y el salir, se convierte
imposible.
Una vez más, la tercera, a lo largo de la noche cierro los ojos por más de 5 minutos,
y una vez más los vuelvo a abrir.
Echo de menos cualquier cigarro, cualquier beso, cualquier abrazo, y ahora, esa melodía a cargo de Billy Evans me vuelve melancólico, parece que me desvelo adrede yo mismo.
Una vez más el amanecer se me echa encima y todo, como en un bucle, vuelve a empezar, sin detenerse, una vez más.

domingo, 28 de agosto de 2011

sábado, 27 de agosto de 2011

Cierra los labios, y dime que nunca te irás,
desgárramelos, y dime que es la última vez.
Llámame luego, un día, una hora y el mismo lugar,
engañémonos un poco más.

jueves, 18 de agosto de 2011


De amarte hasta idolatrarte,
de convertir tus deseos, en mis credos,
de venerar tu cuerpo, sobre todos mis deseos.
de querer vivir bajo tus placeres,
de sobrevolar tu cuello y terminar en un gemido.
De olvidarte, de desprenderte, de empezar de nuevo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

El sentir pétalos caer
cuando me abandonas,
del silencio de tus pasos,
lejanos, ver que no retornas.
Anhelos ocultos en suspiros,
deseos, juega con mi boca,
oasis de tu satisfacción,
en nuestro juego de lenguas,
en nuestra perdición,
en nuestra salvación.





lunes, 8 de agosto de 2011

La mar, vaivenes de soledad,
ruginos de furia,
en tiempos de tempestad.
En tu horizonte finito,
se deshacen mis amores.

lunes, 11 de julio de 2011

¡oh! noches interminables, interminables noches
calor, abro la ventana y la brisa me abraza,
pero, ¿y el dolor?, tú, tú, tú, que estas allí
y no aquí, tienes la culpa, te odio.
Me gustaría abrir una ventana, y detrás
¡tú! y hacer de tu vientre un campo
donde siembro orgasmos,
encerrarte entre mis dientes,
lengua, recorrerte plenamente,
inhalar tu último suspiro
y volver a empezar, una vez más.

domingo, 10 de julio de 2011

Wystan Hugh Auden

La ley como el amor
[...]
como el amor, digo yo.

Como el amor que no sabemos dónde o por qué,
como el amor que no podemos imponer ni abandonar,
como el amor que a menudo lloramos, como el amor que rara vez conservamos.

jueves, 7 de julio de 2011

Me gusta cuando me besas, porque te alzas sobre mi, tus labios forman un cauce perfecto para fluir, durante el beso, se forma un silencio, que trona, ''ahora, todo lo demás no tiene sentido, no importa''.




domingo, 3 de julio de 2011

Corta recuerdos, el viento frío del invierno,
si caminas lento, en la mejilla te hará herida,
las que nunca cicatrizan, marca de por vida,
te susurrará al oído, amada pero no querida.

Corre, y no espantes, a las bestias de la noche,
correrán tras de ti, hasta corroerte, enloquecerte,
te acecharán por el día, devorarte lentamente
en la oscuridad, y así, caerás a sus pies.




sábado, 25 de junio de 2011

Entre el silencio del centeno, nos amábamos, y mientras, el sol, en lo alto, nos pintaba del color de la noche, solíamos espantar a los pájaros con nuestros revolcones, pero más de uno, curioso, se quedaba a mirar.

viernes, 24 de junio de 2011

Mario Benedeti - Enamorarse y no




Cuando uno se enamora las cuadrillas 
del tiempo hacen escala en el olvido 
la desdicha se llena de milagros 
el miedo se convierte en osadía 
y la muerte no sale de su cueva 
enamorarse es un presagio gratis 
una ventana abierta al árbol nuevo 
una proeza de los sentimientos 
una bonanza casi insoportable 
y un ejercicio contra el infortunio 
por el contrario desenamorarse 
es ver el cuerpo como es y no 
como la otra mirada lo inventaba 
es regresar más pobre al viejo enigma 
y dar con la tristeza en el espejo. 

lunes, 20 de junio de 2011

Lorca

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.


El lagarto y la lagarta
con delantaritos blancos.


Han perdido sin querer
su anillo de desposados.


¡Ay, su anillito de plomo.,
ay, su anillito plomado!


Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.


El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.


¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!


¡Ay cómo lloran y lloran.
¡ay! ¡ay!, cómo están llorando!

domingo, 19 de junio de 2011

Es el atardecer de mis anhelos,
¿a donde fueron? muy lejos,
y en tus labios todos tus muertos.

No me reflejo en espejos,
caen cuervos muertos.
y en tu orilla mueren
demasiadas mentiras.

Le voy a dedicar una tragedia
a todas nuestras promesas.

sábado, 18 de junio de 2011

historias de noches

Perdona, si no me acuerdo de tu nombre,
una entre mil, es difícil de acordarse.
besos, jugueteos en una noche.
Descolocamos la habitación entera,
volviéndonos salvajes.
Recuerdo, tus locos pelos cuando
me cabalgaste, insaciable, insaciable,
tus manos arrancando mi carne.
Y en tu largo gemido,
todo su recorrido,
fue saboreado por mis oídos.

No te llamo porque te quiera,
si no porque necesito estar
un poco más entre tus piernas.

miércoles, 15 de junio de 2011

Dejas tus sueños sobre la almohada todas las mañanas,
andas cabizbaja, ves la muerte en cualquier esquina de tu casa,
sales a la calle, y el agua fría de la realidad te asusta.

anhelas, quimeras encerradas en tu cabeza,
besos perdidos entre recuerdos, 
caricias a tu pelo gris centeno.

La lluvia se mezcla con tus recuerdos, 
y lágrimas caen ante los hechos,
y en aquella esquina, un adiós. 

viernes, 10 de junio de 2011

Jim Morrison

Ángeles y marineros
chicas ricas
vallas de jardines
tiendas de campaña.

Sueños mirándose el uno al otro, suaves y lujosos coches. Chicas en garajes, desnudas, fuera para coger ropa y licor, medio galón de vino y seis paquetes de cerveza. Saltado, llevado a cuestas, nacido para sufrir, hecho para desnudarse en el páramo salvaje.

Nunca te trataré mal.
Nunca empezaré ninguna clase de escena.
Te diré en cada lugar y en cada persona en los que he estado.

Siempre un instructor en el campo de juego, nunca un asesino.
Siempre una dama de honor al borde de la fama o sobre ella.
Manipuló a dos chicas para entra en su habitación del hotel.
Una, una amiga, la otra, la más joven, una nueva desoconcida.
Vagamente mejicana o puertorriqueña.

Pobres muslos de muchacho y nalgas llenas de cicatrices del cinturón de su padre.
Ella intenta hablar.
Historias de su novio, de drogas, juegos adolescentes de muerte.
Chaval guapo, muerto en un coche.
Confusión.

Sin conexiones.
Ven aquí.
Te amo.
Paz en la tierra.
¿Morirás por mí?
Cómeme.
Este camino.
El fin.

Siempre te seré sincero.
Nunca saldré, ocultándote cosas, nena
Si solo me mostraras la Lejana Arden otra vez.

Me sorprende que la hayas podido despertar.
Él la azota ligeramente, irónicamente, con el cinturón.
¿No ha sido ya suficiente? Pregunta ella.
Ahora vestida y yéndose.
La chica española comienza a sangrar.
Dice que es su menstruación.
Esto es el cielo católico.

Tengo un antiguo crucifijo indio alrededor de mi cuello.
Mi pecho es fuerte y moreno.
Mentiras sobre sábanas, miserable, manchadas con una virgen sangrienta.
Podríamos planear un asesinato
O empezar una religión.


De: http://poemasdejimmorrison.blogspot.com/2007/05/angels-and-sailors.html

jueves, 9 de junio de 2011

Pablo neruda

Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
Ah déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no existías.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.

domingo, 5 de junio de 2011

Canciones breves

Construiré, un muro de acero,
que me separe de ti,
y huir.

Lavaré, mi cerebro entero,
de ti cero recuerdos,
y sentir.

Escribiré poesía en el cielo;
''tristes árboles, tristes cerezos,
tristes hojas muertas que caen
para ser vencidas por el viento.''

jueves, 2 de junio de 2011

Boys don't cry.

Te perdoné que te marcharas sin avisar,  te perdoné que nunca invitaras, hasta te perdoné tus infidelidades,  mil cuatrocientos veintiocho, ni una más, ni uno menos. Pero nunca te perdonaré que te pintarás tus labios rojo pasión, y que me dejaras miles de huellas, nunca te perdonaré que quisieras arrancarme la piel, como si fuera tu cordero, pero nunca te perdonaré es que después de cada polvo me dijeras te quiero.

martes, 31 de mayo de 2011

Desde te marchaste, no he encontrado,
otra piel para mis manos, otros besos para mis labios,
ni otros ojos para mi mirar.

No he encontrado con quien respirar,
al unísono, gemidos entrecortados
por ritmos de vaivenes de uno abajo.




viernes, 27 de mayo de 2011

(...)

Un amanecer ella se despertó, tendió su mano a su pelo ondulado, pero no estaba, se sobresaltó, y lo único que vio es una nota. 
Guerra, como en todos los amores irrompibles, hay una guerra de por medio, empezada por un señor bajito y con bigote.
A su chico, mezcla de bohemio, mezcla de ella misma, se lo quitaron para llevarlo a combatir a un lugar, que no quiso dejar escrito para que no fuera a por él, la deja prometida, que todos los días escribiría su poema correspondiente, que volvería y se los daría.
Y ella, de pie le espera, fumando cigarrillos, pero su esperanza se desvanece día a día, de igual forma que se desvanece el humo mezclándose en el aire.

miércoles, 25 de mayo de 2011

A ella la gustaba fumar apoyada en la ventana, y él gustaba de contemplar la esbelta figura de ella mientras fumaba, gustaba acercarse a ella mientras fumaba y abrazarla por detrás, dejar caer sus manos en su vientre mientras su boca le dedicaba a su cuello una suave mezcla de besos y mordiscos.
Ella siempre lucía vestidos simples con estampados de flores, solía ir descalza a todo lugar posible, andaba como bailando, y sus finas pernas hipnotizaban. Él se quedaba hipnotizado con sus piernas, y mientras ella paseaba en bicicleta por las tardes, él la escribía un poema, en 5 minutos, no más, porque ese es el tiempo que tardó en enamorarse perdidamente de ella, luego bajaba y la esperaba en la orilla del río. Le gustaba ver su ligereza, como se acercaba, se bajaba de la bicicleta, sonreía y le estampaba un beso en la frente.
No vivían el uno para el otro, simplemente el uno era el otro.

(...)

jueves, 19 de mayo de 2011

No sé si debo seguir queriéndote con el cielo lleno de negros nubarrones. En la primavera nos marchitamos,
cada uno mirando para su lado, esto se va a terminar olvidando. Creo que necesito irme de ti.

martes, 17 de mayo de 2011

Ya no te dedicaré, ni más risas ni más halagos, te odiaré de la misma forma que te he anhelado, y al tercer día volaré, porque te habré olvidado. Destrozaré todas las promesas y sueños que nos hicimos, los enterraré, y si me preguntan, yo nunca te he conocido, todo no fue más que un sueño, mal vivido. Ya no perseguiremos quimeras bajo la luz de los faros, ni te esperaré bajo la lluvia sentado. No digas nada y avanza, nuestra historia ya es pasado.

viernes, 13 de mayo de 2011

pene

Decir, decirte, te quiero te diré,
entre anhelos de existencia bajo tu piel,
susurrrar, susurrarte, te quiero, te susurraré,
entre caricias de tus labios de miel,
gritar, gritarte, te quiero te gritaré,
entre gemidos y estallidos de placer,
,

lunes, 9 de mayo de 2011

Que envidia tengo, a todos esos pájaros, que mueren volando en el cielo,
libres de ataduras, y de sentimientos, expanden sus alas y ya son uno con el viento.

jueves, 5 de mayo de 2011

Rimbaud

Lo siento, pero ando escaso de ideas, lo que he escrito, me da vergüenza publicarlo.


Primera velada

Desnuda, casi desnuda;
y los árboles cotillas
a la ventana arrimaban,
pícaros, su fronda pícara.

Asentada en mi sillón,
desnuda, juntó las manos.
Y en el suelo, trepidaban,
de gusto, sus pies, tan parvos.

-Vi cómo, color de cera,
un rayo con luz de fronda
revolaba por su risa
y su pecho -en la flor, mosca ,

-Besé sus finos tobillos.
Y estalló en risa, tan suave,
risa hermosa de cristal.
desgranada en claros trinos...

Bajo el camisón, sus pies
-¡Basta, basta!» -se escondieron.
-¡La risa, falso castigo
del primer atrevimiento!

Trémulos, pobres, sus ojos
mis labios besaron, suaves:
-Echó, cursi, su cabeza
hacia atrás: «Mejor, si cabe...!

Caballero, dos palabras...»»
-Se tragó lo que faltaba
con un beso que le hizo
reírse... ¡qué a gusto estaba!

-Desnuda, casi desnuda;
y los árboles cotillas
a la ventana asomaban,
pícaros, su fronda pícara.

martes, 3 de mayo de 2011

Me apetece, ¿Qué me apetece? un sin razón, pero viviendo, claro, con pausas, que luego llego al quinto escalón y me desmayo. No voy a ser yo el que te diga, que ya tienes toda tu flota hundida, entre olas de egoísmo, y vientos de niño de 6 años. Tu barco se va a pique, y yo tengo claro que no voy a tu rescate. No quiero seguir con nada de esto. Inventate una nueva historia, y corre tras ella, yo te desearé suerte, y seguiré, aquí, sobre mi hierba.

sábado, 23 de abril de 2011

Soledades - Mario Benedeti


Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
                                  no existe
ah pero si existiera con minúscula
sería semejante a nuestra breve
                                             presoledad

después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad

ya sé que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
                  solo en el mundo

sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan

y en esa sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo

los datos objetivos son como sigue
hay diez centímetros de silencio
         entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
         entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
         entre tus ojos y mis ojos

claro que la soledad no viene sola

si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se verá un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buena gente

después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
                        viene la soledad

conforme
               pero
qué vendrá después
de la soledad

a veces no me siento
                             tan solo

si imagino
mejor dicho si sé
que más allá de mi soledad
                                      y de la tuya

otra vez estás vos
aunque sea preguntándote a solas
qué vendrá después
                            de la soledad.

viernes, 15 de abril de 2011

A vivir - Blas de otero


Porque vivir se ha puesto al rojo vivo.
(Siempre la sangre, oh Dios, fue colorada.)
Digo vivir, vivir como si nada
hubiese de quedar de lo que escribo.

Porque escribir es viento fugitivo,
y publicar, columna arrinconada.
Digo vivir, vivir a pulso, airada-
mente morir, citar desde el estribo.

Vuelvo a la vida con mi muerte al hombro,
abominando cuanto he escrito: escombro
del hombre aquel que fui cuando callaba.

Ahora vuelvo a mi ser, torno a mi obra
más inmortal: aquella fiesta brava
del vivir y el morir. Lo demás sobra.

lunes, 11 de abril de 2011

De alguien.

''Nunca existe el olvido, si no las ganas de no recordar.''

Sacado de www.micropoema.bloglaventana.com (buena página)

martes, 5 de abril de 2011

Es un gran final // ...

Yace dormido, tu cuerpo blanco,
mientras fumo el último cigarro.
Tienes un cruce de piernas muy sensual,
y tus labios finos entre abiertos,
te lo haría una vez más.

Es un gran final,
cuando gimes sin parar,
es un gran final,
cuando chirrían,
los muelles sin parar,
hasta llegar a estallar,
es un gran final,
cuando arañas
y empiezo a sangrar,
es un gran final,
cuando nos juntamos
 nos revolucionamos,
nos provocamos,
nos comemos a bocados,
es un gran final,
cuando nos miramos,
y otra vez más,
es un gran final,
cuando te miro,
pareces saciada,
pero viene tu lengua
pidiendo más.
-----------------------------------------
Quiero escribir una oda al sexo,
de versos, nuestros suspiros,
que bajen del séptimo cielo,
de mordiscos, cogeremos
los de cancerbero, protector
del infierno.
Nuestra ritma es perfecta,
encima tú, debajo yo.
Yendo y viniendo,
encajando y desencajando.
¿Y a donde vas?
Te tengo que empotrar una vez más.

domingo, 3 de abril de 2011

Vuela, a través de las transparencias,
muévete, con el viento del invierno,
cae, inténtalo una vez más, de nuevo,
hagamos un réquiem a la inteligencia.

Esa delicada piel blanca tuya,
no merece ser recorrida por lágrimas.

El eco resuena, estruendo, lleno
de recuerdos. Revolución hacerla,
sin intentar nada nuevo, sin parar
repitiendo, una vez más, todo viejo.

sábado, 2 de abril de 2011

Poema nº 2 - Pablo Neruda.

En su llama mortal la luz te envuelve.
Absorta, pálida doliente, así situada
contra las viejas hélices del crepúsculo
que en torno a ti da vueltas.

Muda, mi amiga,
sola en lo solitario de esta hora de muertes
y llena de las vidas del fuego,
pura heredera del día destruido.

Del sol cae un racimo en tu vestido oscuro.
De la noche las grandes raíces
crecen de súbito desde tu alma,
y a lo exterior regresan las cosas en ti ocultas,
de modo que un pueblo pálido y azul
de ti recién nacido se alimenta.

Oh grandiosa y fecunda y magnética esclava
del círculo que en negro y dorado sucede:
erguida, trata y logra una creación tan viva
que sucumben sus flores, y llena es de tristeza
.

lunes, 28 de marzo de 2011

Arthur Rimbaud

El ángel y el niño 

El nuevo año ha consumido ya la luz del primer día;
luz tan agradable para los niños, tanto tiempo esperada y tan pronto olvidada,
y, envuelto en sueño y risa, el niño adormecido se ha callado...
Está acostado en su cuna de plumas; y el sonajero ruidoso calla, junto a él, en el suelo.
Lo recuerda y tiene un sueño feliz:
tras los regalos de su madre, recibe los de los habitantes del cielo.
Su boca se entreabre, sonriente, y parece que sus labios entornados invocan a Dios.
Junto a su cabeza, un ángel aparece inclinado:
espía los susurros de un corazón inocente y, como colgado de su propia imagen,
contempla esta cara celestial: admira sus mejillas, su frente serena, los gozos de su alma,
esta flor que no ha tocado el Mediodía :
«¡Niño que a mí te pareces, vente al cielo conmigo! Entra en la morada divina;
habita el palacio que has visto en tu sueño;
¡eres digno! ¡Que la tierra no se quede ya con un hijo del cielo!
Aquí abajo, no podemos fiamos de nadie; los mortales no acarician nunca con dicha sincera;
incluso del olor de la flor brota un algo amargo;
y los corazones agitados sólo gozan de alegrías tristes;
nunca la alegría reconforta sin nubes y una lágrima luce en la risa que duda.
¿Acaso tu frente pura tiene que ajarse en esta vida amarga, las preocupaciones turbar
los llantos de tus ojos color cielo y la sombra del ciprés dispersar las rosas de tu cara?
¡No ocurrirá! te llevaré conmigo a las tierras celestes,
para que unas tu voz al concierto de los habitantes del cielo.
Velarás por los hombres que se han quedado aquí abajo.
¡Vamos! Una Divinidad rompe los lazos que te atan a la vida.
¡Y que tu madre no se vele con lúgubre luto;
que no mire tu féretro con ojos diferentes de los que miraban tu cuna;
que abandone el entrecejo triste y que tus funerales no entristezcan su cara,
sino que lance azucenas a brazadas,
pues para un ser puro su último día es el más bello!»

De pronto acerca, leve, su ala a la boca rosada...
y lo siega, sin que se entere, acogiendo en sus alas azul cielo el alma del niño,
llevándolo a las altas regiones, con un blando aleteo.

Ahora, el lecho guarda sólo unos miembros empalidecidos, en los que aún hay belleza,
pero ya no hay un hálito que los alimente y les dé vida.
Murió... Mas en sus labios, que los besos perfuman aún, se muere la risa,
y ronda el nombre de su madre;
y según se muere, se acuerda de los regalos del año que nace.
Se diría que sus ojos se cierran, pesados, con un sueño tranquilo.
Pero este sueño, más que nuevo honor de un mortal,
rodea su frente de una luz celeste desconocida,
atestiguando que ya no es hijo de la tierra, sino criatura del Cielo.
¡Oh! con qué lágrimas la madre llora a su muerto
¡cómo inunda el querido sepulcro con el llanto que mana!
Mas, cada vez que cierra los ojos para un dulce sueño,
le aparece, en el umbral rosa del cielo, un ángel pequeñito que disfruta
llamando a la dulce madre que sonríe al que sonríe.
De pronto, resbalando en el aire, en tomo a la madre extrañada,
revolotea con sus alas de nieve
y a sus labios delicados une sus labios divinos.

sábado, 26 de marzo de 2011

Si tus labios fueran cuchillos,
sé que moriría desangrado,
en un mar de mordiscos,
entre tus piernas encerrado.

Adoro recorrer tu cuerpo,
mis manos en tus huesos,
cálidos gemidos uniéndose
con el vago y frío silencio.

Somos comos dos cuerdas,
se extienden, se mezclan,
se anudan, se aprietan,
y siempre, siempre, se alejan.

domingo, 20 de marzo de 2011

En el país de la tristeza, los girasoles no levantan la cabeza al sol,
el cielo luce gris, y de fondo suena la sinfonía de la lluvia día sí día no.
Las huellas sobre el barro mojado nunca se borran, y los errores
son muescas en la roca dura. Resuena el llanto de bebes en la noche,
acompañado de la melodía de un triste saxofón, ahogado y afónico,
y por las calles puedes ver locos, corriendo, cayendo sobre el suelo.
Y siempre hay un perro, se revuelve en dolor, un gran perro negro,
ladra clamando ayuda, pero sus ladridos son confundidos con ira,
y la gente le pega para que se calme, una y otra vez, sin parar.

sábado, 19 de marzo de 2011

Feileb

A tu mirada y a tus labios finos me los follaba,
y robaré todos los gemidos que se te escapen,
mientras mis manos recorren tu blanca espalda.
Y mis labios sobre los tuyos bajando, despacio,
hasta hallar el momento. El humo gris se alza,
¿donde lo hicimos? en la cama, el suelo, no sé,
lentamente, el silencio se apodera de la sala,
de nuestros cuerpos inmóviles, no pido más.
Testigos del deseo, yacen muertas, las sábanas,
ese era el último condón, y yo aun tengo ganas,
Te lo volvería a hacer, una, una sola vez más,
de no ser porque has cerrado ya tus ojos,
y duerme abrazado a mi tu cuerpo blanco.

miércoles, 16 de marzo de 2011

EL cuervo --- Edgar Allan Poe

Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos.  Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

jueves, 10 de marzo de 2011

Intento de algo 2

El caso es que me levanté de aquel banco, y bajé todo el parque, en ese parque había estado con todas mis novias menos con una, ya es casualidad, pasé por mi colegio, mi instituto, y crucé un paso de cebra y llegué a mi casa. Sí, soy uno de esos cabrones que viven al lado del instituto y no tienen que madrugar en absoluto para ir, solo era cruzar un paso de cebra y listo, hasta para ir a la universidad tuve suerte, me levanto a la misma hora, y muchos días más tarde, que cuando iba al instituto.
Cuando entré en mi casa mi padre estaba desayunando;
-¿Se puede saber a donde has ido a comprar el pan?-Me preguntó con su vozarrón.
-A Rusia, de paso he comprado unos litros de crudo, que allí está más barato.

Siempre que mi padre me pregunta que hago o donde he ido le suelto alguna gilipollez, a no ser que se ponga pesado que le digo la verdad, esta no fue de gran ingenio, la verdad, pero hay otras que se ríe y todo de la imaginación que le hecho. Miento con tanta naturalidad que parece verdad que he ido a Rusia a por crudo.

Después me preguntó por la exprimidora, él y su manía de afeminar nombres, y después de 10 minutos, sin exagerar, buscándola, no dimos con ella, y de repente me giro y la veo ahí, en la mesa delante de nuestras narices, fue algo gracioso, pero a lo que venía  a contar con esto es el carácter de mi padre. Me preguntó que de dónde había sacado la exprimidora, porque no se creía que hubiera estado encima de la mesa y hubiéramos estado 10 minutos buscándola, el tío es así, tiene una lógica apabullante y es listísimo pero algunas veces es un poco tonto, borde, desconfía en los demas y todo eso, yo creo que es porque a los 16 años dejó de tener vida familiar, por aquello de irse de casa y entonces de eso no sabe llevar.
A mi de pequeño me olvidó una vez en el parque, no lo recuerdo, pero vamos, es una señal de que siempre está en su mundo, como otra vez que me dejó saltando de pequeño entre piedras, normal que al final me partiera el labio, de la leche que me metí, aun tengo la cicatriz en el labio inferior, pero vamos que de mi pasaba y sigue pasando bastante, excepto cuando le da la vena y empieza a hablarme.

Yo de pequeño debía de ser un caso, por lo visto llevaba zapatos porque tenía los pies muy anchos, tenía un problema de piel, y no se cuantas cosas más, y aun así mi padre me dejaba libre por ahí, normal que acabara rompiéndome la clavícula, que me partiera el labio, que me rompiera un diente, que por casi me partiera la nariz y no se cuantas cosas más, pero oigan, no crean, todo eso fue en un tiempo récord, desde que aprendí a caminar, hasta los 3 años, que nació mi hermano, luego la que pasó a cuidarme fue mi madre, gracias a la cual cogí un montón de miedos, miedo a las alturas, miedo a la oscuridad, miedo al resto de la gente, y no solo yo, también mi hermano, lo que pasa es que al final un bicho salvaje vuelve a ser salvaje. Solo así se explica que durante mi etapa de jugador de baloncesto saliera con sangre todos los partidos, yo no era el mejor del equipo, lo reconozco,  pero sí era el que más jugaba, siempre motivaba tenerme en el campo, era un bestia, podía llevar 3 cuartos seguidos jugando que no me cansaba, no paraba de luchar, ni de pelearme, recuerdo una vez que el mejor jugador del otro equipo acabó pegándome de lo desquiciado que acabo de mí.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Quiero acurrucarme, debajo de una fría sábana,
cerrar los ojos, y esperar, a ver si mis miedos pasan.

lunes, 7 de marzo de 2011

A veces me pregunto por qué tiritan las estrellas en la noche,
será que tienen mucho frío, y a nadie que las arrope.
Se volverian blancas, para resaltar en la oscuridad,
como guían los faros blancos a barcos en la mar,
y que alguien las encuentre, y las puedan cuidar.
Lloraran en invierno, clamando algo más que la
atención de la luna, intentando encontrarse
en el mapa estelar.

jueves, 3 de marzo de 2011

(intento de algo)

Llegé y me senté en el banco donde empecé a salir con mi primera novia, sí, esa que le había robado a mi mejor colega y que tiempo después me terminaría dejando tirado por un gordo millonario. Es bastante patético, pero bueno, pude sacarle provecho a una mujer de tallas casi perfectas durante un tiempo, puede sonar egoísta, pero no solo la quería por eso, tenía tantas cosas en común con esa chica que me terminé enamorando, aparte, era la primera persona que venía hacía mi, y se preocupaba, por cuanto hacía comía o bebía, sin llegar  a ser mi madre, eso siempre marca.
Mi madre...oh! mi madre y mi padre están locos, quiero decir, son tan diferentes que aun no me explico como acabaron juntos, el primer novio serio de mi madre fue mi padre y hasta que no se casaron mi madre no salió de casa, mi padre en cambio se fue de casa a los 16 y es él típico hombre que se ha labrado su vida por sí mismo y blablaba ya no sé cuantas veces me habrá contado su historia, siempre que me la cuenta me hace sentir inferior y se me quitan las ganas de hacer nada, y eso que no soy el típico chico que solo va al instituto para nada, pero bueno.
Recuerdo cuando mi madre me llevaba a ver a su amigo el psícologo cura, en el coche, la que armaban, mi padre, le ponía a parir y mi madre le glorificaba por que sabía leer el horóscopo y yo ahí en medio, que lo único que quería era trincarme a la chica esa que me dejó por un fago de billetes, era digno de ver, y llego a la primera terapia y lo primero que me preguntó era que cuantas veces me masturbaba al día, también recuerdo un ''estas mal porque júpiter está en la trayectoria de mercurio'' y en la última sesión me tenía que quitar de la cabeza esa idea mía de ser guitarrista profesional, el diálogo fue algo así:
-De la guitarra solamente no vas a comer.
-Hay gente que come solamente de eso y es más se hace rica.
-No no, dime guitarristas famosos, todos son guitarristas y tienen una carrera aparte.
-Steve Vai.
-Periodista
Pat Metheny.
-Fotógrafo
-Eric Dampier
-Abogado, ¿ves? todos tienen una carrera al margen.
Todo ella hubiera tenido algo de sentido, de no ser porque Erik Dampier es un negro de 2'15 que juega en la NBA y de derecho poco y música menos.
Recuerdo su diván, o estudio o lo que fuera, según entrabas podías ver un armario repleto de figuritas de cristos, de piedras de colorines y un montón más de tonterías de esas con las que salen las videntes a partir de las 12 de la noche en la TV, luego un poco más al fondo encontrabas una cama, a la izquierda de esta un mueble repleto de libros, y luego en la parte central de la habitación su mesa, y detrás de esta, una pared repleta de títulos, la mayoría siempre pensé que estaban hechos con el paint, y que los tenía allí colocados a forma de ocultar su inseguridad, como diciendo ''mirad, pese a que soy calvo, feo y nunca me han echado un buen polvo, tengo papeles donde dicen que soy alguien''

miércoles, 2 de marzo de 2011

Tener o no tener razón,
esa ínfima cuestión,
carcome la cabeza
del señor, sentado
en el sillón.

martes, 1 de marzo de 2011

He dicho que

La ilusión es como una hoja, empieza verde, se vuelve naranja, y acaba cayéndose muriendo machacada a pisotadas.

domingo, 27 de febrero de 2011

Roger Wolfe

Laguna

Nadie que habiendo estado,
pongamos por caso, paseando
al perro por una calle
céntrica y desierta
a las tres o tal vez a las
cuatro de la tarde,
no se haya topado
de repente
con una figura desarrapada y sucia,
descompuesta más allá de cualquier
posibilidad de remisión,
que le ruja a voz en grito
desde la otra acera: «¡Hombre!
¡Mi colega de nariz! ¡Qué tal!»,
para correr luego tras él
como una especie
de rémora renqueante
y jorobada,
sin que consiga acordarse
de quién demonios es, y
lo que es aún peor,
no quiera recordar
aunque fuera capaz de hacerlo,
sabrá nunca
lo que significa
la palabra
desasosiego.

lunes, 21 de febrero de 2011

De todos los seres imaginarios,
de todas mis quimeras,
tú eres la única que rompe mis conceptos.

Tal vez por tu forma de reir,
por ese halo de luz que cruza
tu cara las tardes de abril.

Tal vez por todos esos silencios,
entre caricia y caricia,
que hacen que nos perdamos en el tiempo.

Tal vez por todo eso, rompes mis conceptos.

jueves, 17 de febrero de 2011

No busques, no

Yo te he querido como nunca.
Eras azul como noche que acaba,
eras la impenetrable caparazón del galápago
que se oculta bajo la roca de la amorosa llegada de la luz.
Eras la sombra torpe
que cuaja entre los dedos cuando en tierra dormimos solitarios.

De nada serviría besar tu oscura encrucijada de sangre alterna,
donde de pronto el pulso navegaba
y de pronto faltaba como un mar que desprecia a la arena.
La sequedad viviente de unos ojos marchitos,
de los que yo veía a través de las lágrimas,
era una caricia para herir las pupilas,
sin que siquiera el párpado se cerrase en defensa.

Cuán amorosa forma
la del suelo las noches del verano
cuando echado en la tierra se acaricia este mundo que rueda,
la sequedad oscura,
la sordera profunda,
la cerrazón a todo,
que transcurre como lo más ajeno a un sollozo.

Tú, pobre hombre que duermes
sin notar esa luna trunca
que gemebunda apenas si te roza;
tú, que viajas postrero
con la corteza seca que rueda entre tus brazos,
no beses el silencio sin falla por donde nunca
a la sangre se espía,
por donde será inútil la busca del calor
que por los labios se bebe
y hace fulgir el cuerpo como con una luz azul si la noche es de plomo.

No, no busques esa gota pequeñita,
ese mundo reducido o sangre mínima,
esa lágrima que ha latido
y en la que apoyar la mejilla descansa.

Vicente aleixandre

miércoles, 16 de febrero de 2011

Todo esto, apesta

18 años, es la edad, en la que quieres estrujar al mundo.
Exprimirlo, como si fuera un zumo, y beberte todo el jugo.
La prepotencia y la arrogancia, no suenan tan mal,
es la edad, para ocultar la verdad, y jugar, experimentar.
Qué más da, qué más da, qué más da.

A oscuras, nadie ve nada,
 bajo el silencio se ocultan las miradas,
se cierran los ojos y se besan,
siempre sin mirar,
porque la persona, al final, da igual.

18 años, es la edad, en la que te cuestionas todo,
para terminar pasando de tus preguntas,
para acabar agarrando una borrachera y vomitando.
Para acabar levantándote de las vías del tren.

domingo, 13 de febrero de 2011

Neruda - Desnuda

Desnuda eres tan simple como una de tus manos,
Lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente,
Tienes líneas de luna, caminos de manzana,
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda eres azul como la noche en Cuba,
Tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
Desnuda eres enorme y amarilla
Como el verano en una iglesia de oro.
Desnuda eres pequeña como una de tus uñas,
Curva, sutil, rosada hasta que nace el día
Y te metes en el subterráneo del mundo
Como en un largo túnel de trajes y trabajos:
Tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
Y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.

domingo, 6 de febrero de 2011

Y no sé que decir, cuando me encuentro feliz.

Me gusta cuando dos personas se entregan totalmente el otro al otro, se dejan de rodeos. Pienso, que si no se ama totalmente ¿para qué amar? puede que la ostia luego sea más grande, pero la felicidad durante ese período también lo será, ¿y si es infinito? no nada lo es. Pero disfruta el momento, y no pensar en lo que viene más lejano es lo mejor. Y si ya dejas de pensar y te dedicas a actuar, eso ya, es orgásmico, y vivir en un orgasmo constante es como alargar los labios y besar el pico de una estrella.
Haz lo que te apetezca, aunque sea tirarte detrás de una ventana, viendo pasar tardes enteras.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Tener 18 años, y ganas de estar en la cama,
es un claro síntoma de que algo no marcha.
Será la tontuna del tiempo, o la frustración
de hacerlo todo y que luego te digan no.
Tener ansias de libertad bajo cuatro paredes,
 encadenado a esos malditos sentimientos,
recuerdos y esas demás visiones que no ocurrieron.
Acabas con la boca llena de arena, como
el vagabundo, que sediento, se tira a
cualquier delirio llamado oasis del desierto.
Intentar algo y que te salga una mierda de 4 versos.

Últimamente he dormido poco.

Julio Cortázar.


La ceremonia

Te desnudé entre llantos y temblores
sobre una cama abierta a lo infinito,
y si no tuve lástima del grito
ni de las súplicas o los rubores,

fui en cambio el alfarero en los albores,
el fuego y el azar del lento rito,
sentí nacer bajo la arcilla el mito
del retorno a la fuente y a las flores.

En mis brazos tejiste la madeja
rumorosa del tiempo encadenado,
su eternidad de fuego recurrente;

no sé qué viste tú desde tu queja,
yo vi águilas y musgos, fui ese lado
del espejo en que canta la serpiente.

sábado, 29 de enero de 2011

En una noche, sobre el sofá // Tears in sofa

Bajo un manto de lluvia formado por tus lágrimas,
aparece, en la noche, una media sonrisa,
un leve esbozo, un leve intento de imitar la luna.
Y tu piel blanca a juego con tus dientes
forman la manta donde me encuentro.
Las lágrimas se las traga el sofá,
monstruo comedor de culos,
pedos, monedas y demás
aburrimientos de cualquier
zombie frente al televisor.
No me compares tu llorar
con esos especímenes,
que hasta en eso les ganas.

miércoles, 26 de enero de 2011

A una Maga

Bajo tu pecado silencio, mi fáctica ignorancia.
Anhelos de deseos súbitamente congelados,
bajo una fría lluvia de no se qué mes.
Entre todas tus veredas conviertes
quimeras en realidades,
y apenas sueñas y duermes
queriendo ser dueña del mundo,
para despertarte perdida en tu laberinto 
de miedos, de emociones tácitas,
y hundirte entre lágrimas
(que rozan tu pérfida sonrisa.)

sábado, 22 de enero de 2011

U.U

Que como el resto de los jóvenes,
yo vine a llevarme la vida por delante,
a en recuerdos no ahogarme,
si no ir a cabalgar la fina línea del horizonte.
La vida poco a poco te enseña al quiero,
quiero, es mio y no tuyo.
Quiero, escalar la copa de los árboles,
para luego lanzarme al yo que sé
y el qué más da, si lo mio es mio
y de nadie más.
Si nadie nos va a juzgar,
dejaremos de pensar para actuar.

jueves, 20 de enero de 2011

Vicente Aleixandre

Hoy dejo otro de mis poemas preferidos, de Vicente Aleixandre, puede resultar un tanto empalagoso sí, pero es único.


Yo te he querido como nunca

Yo te he querido como nunca.
Eras azul como noche que acaba,
eras la impenetrable caparazón del galápago
que se oculta bajo la roca de la amorosa      
llegada de la luz.
Eras la sombra torpe
que cuaja entre los dedos cuando en tierra dormimos solitarios.
De nada serviría besar tu oscura encrucijada      
de sangre alterna,
donde de pronto el pulso navegaba
y de pronto faltaba como un mar      
que desprecia a la arena.
La sequedad viviente de unos ojos marchitos,
de los que yo veía a través de las lágrimas,
era una caricia para herir las pupilas,
sin que siquiera el párpado se cerrase en defensa.
     
Cuán amorosa forma
la del suelo las noches del verano
cuando echado en la tierra se acaricia      
este mundo que rueda,
la sequedad oscura,
la sordera profunda,
la cerrazón a todo,
que transcurre como lo más ajeno a un sollozo.
Tú, pobre hombre que duermes
sin notar esa luna trunca
que gemebunda apenas si te roza;
tú, que viajas postrero
con la cabeza seca que rueda entre tus brazos,
no beses el silencio sin falla por donde nunca
a la sangre se espía,
por donde será inútil la busca del calor
que por los labios se bebe
y hace fulgir el cuerpo como con una luz azul      
si la noche es de plomo.
No, no busques esa gota pequeñita,
ese mundo reducido a sangre mínima,
esa lágrima que ha latido
y en la que apoyar la mejilla descansa.
       

domingo, 16 de enero de 2011

La misma puta historia de siempre

Hay tanta chica insegura,
y tanto chico cuyo
semen requiere salida,
 es normal que,
con cuatro palabras
y en un antro,
 acaben follando.

Y hay tanto adolescente,
que pasa sus atardeceres
desde detrás de una ventana,
viendo como le comen la boca
a su amor platónico.

Y hay tanto adolescente,
que pasa sus noches,
de fiesta en fiesta,
comiendo bocas y piernas,
para acabar derramando
lágrimas a su amor lejano.
Que es normal que al final
se repita la puta misma
historia de siempre.

viernes, 14 de enero de 2011

Haz polvo mis ilusiones
Hasta el punto que quiera odiarte
A cada paso que des
Destroza mis labios,
Deja el de abajo
Sin cicatriz,
Ódiame hasta lo más profundo,
Hazme volverme loco en mí
Sinfonía infernal,
Destroza todas mis quimeras
Vago tu flujo vaginal,
Y  vete  o te pegaré
Pero vuelve en la noche
Para que te odie más y más
Hasta erosionarme.


miércoles, 12 de enero de 2011

Hay dias que

Hay días que sobran
dentro de la semana,
son esos días, en los
que no ocurre nada,
los vives, deseando
que llegue la cama,
esos días, los
quitaría de la semana.


A veces es un jueves,
disfrazado de viernes,
otras un miércoles,
que despertaba
con ilusión,
y acaba en marrón,
en los que acabas
igual que te levantas,
esos días, los
quitaría de la semana.

Esos días que,
se van, con prisa
y pasan con pena,
la gloria se la come
cualquier mierdas,
esos días que,
tu boca maldice,
desde las sábanas,
esos días, los
quitaría de la semana

sábado, 8 de enero de 2011

Hay noches que se extienden sobre el ocaso del día, haciendo olvidar todo lo acontecido bajo el astro rey, hay noches dulces que te invitan a sentarte debajo de un árbol y contemplar la acalorada luna llena, blanca, blanca como ella sola, y el infinito infinitesimal campo verde que se extiende bajo ella hasta el horizonte, que no para de bailar al son del viento nocturno, el mismo que hace tiritar a las estrellas, hay noches tristes, llorosas, pero aun así te arropan, y te dan caricias, caricias que llaman a una ternura recíproca, propiciada por lloros y no sonrisas.
Hay noches que lloran, por el frío de días que pasaron, pero es tan difícil cerrar esa maldita puerta y sonreir cuando el atardecer hace cosquillas por el sur-este. Hay noches que llevan en la cara la cicatriz del desvelo, y hay a veces, que merece la pena. Hay noches dibujadas por un holandés que perdió la oreja, que espiralizan sobre sí mismas, busco su desnudo, para liberalizarse y ser carcomidas por el amanecer para esperar y volver a empezar.

Antiguos

¿Dónde nos esconderemos
cuando el sol inunde
con su luz todos nuestros
escondrijos?

Dímelo tú,
que es por ti por quien
sol y luna se pelean,
con su luz buscan tu rostro.
A la sombra del pinar
en el atardecer,
no nos hayarán.


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¿Qué es la vida?
La vida son recuerdos en un mar de lágrimas de ira,
impresiones de tus ojos,
convertidos en agrios y dulces recuerdos.

Como paloma mensajera ven,
rauda, te esperaré.