si caminas lento, en la mejilla te hará herida,
las que nunca cicatrizan, marca de por vida,
te susurrará al oído, amada pero no querida.
Corre, y no espantes, a las bestias de la noche,
correrán tras de ti, hasta corroerte, enloquecerte,
te acecharán por el día, devorarte lentamente
en la oscuridad, y así, caerás a sus pies.
Amada pero no querida.
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