Tengo miles de quimeras,
muertas todas ellas.
Yacen bajo tierra.
Por enterrador
el tiempo,
y por lápida
el querer imposibles.
Erosionando se fueron,
olas desgarrando piedra,
llevándose a la mar
la mierda, y dejando
al descubierto
monótono futuro.
Si no que alguien me explique, en qué pensaba yo cuando de pequeño soñaba con ser el primer pelirrojo en pisar Marte.
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