correteando detrás de gallinas,
tirando piedras al fondo de un estanque,
y dando saltos entre animales.
También estuve rodeado,
de altas torres, vertiginosas,
grises, tristes, y largas tardes
me las pasé, viendo llorar al cielo.
Recuerdo al alto viejo,
llamado abuelo,
que entre mimos y arrumacos,
me llamaba grande,
y ahora hecho en falta sus
arrugas en mis labios.
Mi adolescencia,
la vivo ahora,
y paso de hacer memoria,
y de mayor quiero morir joven,
no le veo mucho sentido,
a eso de vivir por vivir,
de hacer por hacer
o de estar por estar.
Viajaré y cuando
me canse del mundo,
adiós le diré.
La muerte solo
es una experiencia más
en esta vida.
y tú
Desnuda, a mis ojos,
tumbada para mi,
rodillas recogidas,
sonrisa pícara.
Exhalaba una blanca timidez,
junto a otros gemidos,
suspiros y exaltaciones,
respuesta innata
a mordiscos precisos
en el azar del momento.
Y su vientre,
una pobre víctima más,
de dientes afilados,
desgarro desgarro,
y no acabo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario